miércoles, 13 de junio de 2007

¿Porque el amor?

si me hubieran preguntado hace algunos meses
¿Qué porque elegí no enamorarme?
les habría dicho lo siguiente:
La verdad es que yo no elegí no enamorarme
en todo lo que me queda de vida...
sino que, simplemente, el amor no me había elegido a mi,
entonces.. bueno la vida se pone muy churumbelica, jajaja,
bueno, me venció la venganza...
Sí, tú no me vas a llegar nunca, entonces yo tampoco iré a ti!,
así le dije, y para mi suerte parece que me entendió, y con firmeza le aclare:
Me hiciste pasar momentos muy malos, así que ahora,
andaté a buscar a otra que caiga en tu juego.
Ustedes se preguntarán porque tomé una desición tan drástica, bueno, simplemente, por rabia
el amor nunca me había tocado la puerta y la verdad es que no me considero una
de esas personas que mueren de amor.
Pero ahora pienso muy distinto, paradójico porque creo que el amor es algo muy lindo,
yo no sería capaz de vivir sin el,
hay veces claro, que no es el momento pero no cabe la menor duda que en algún
minuto ese momento que tanto esperaste va a llegar
aunque sea sólo por unas horas, pero ese momento tan
anhelado va a llegar
y te vas a sentir tan llena,
tan completa, tan irreconosiblemente
enamorada,
que todos los momentos que esperaste, todas
las noches, todos los días,
que pensabas en el, se van a ver
totalmente recompensados tan sólo con ese par de horas,
que el amor te regalo junto a él.
y tú, te has enamorado?
(has sentido que todo vale la pena con sólo mirarlo)

Quizás

Apenas nos miramos durante la corrección de la prueba. Uno a cada lado del escritorio, había tarea, nos concentramos en las nuestras con eficiencia, sin decir palabras salvo para comparar alguna letra ilegible, comentario que con picardía se realiza con una sonrisa en los labios, poco sugerente y con la mayor brevedad para no interrumpir el proceso de concentración.
Al terminar la tarea nos miramos nuevamente. Con una sola mirada sabíamos lo que queríamos el uno del otro. Sólo nos separaba aquel escritorio, nada muy importante. Nos paramos al mismo tiempo, sin previo acuerdo, lentamente ordené mis cosas, mientras él entregaba su tarea. Me pare a dejar la mía, camino al escritorio del profesor nos topamos, ese roce de nuestros brazos, algo había detrás de esas comparaciones de tarea.
En el recreo las miradas parecían no acabar, ambos sabíamos lo que sentíamos, pero las palabras parecían haber desaparecido, estábamos mudos, pero no podíamos dejar de hablar, éramos tímidos pero a la vez deshinibidos, sentíamos frío pero de inmediato calor, algo nos mantenía unidos, atados por algo tan fuerte y frágil a la vez, atados por un hilo.
Hay que entrar, el profesor ya llegó, está adentro, fue lo primero que oía salir de su boca, como si quisiera romper el hielo de una vez por todas, y sin duda lo logró. Al llegar al escritorio nos sentamos frente a frente, nuevamente, pero nunca nos habíamos sentado así, algo había cambiado.
Me habló, con ese tono de voz que nunca había oído, no recuerdo bien que dijo, pero seguramente fue algo divertido, me sentía en las nubes cuando estaba con él, era otra persona, me transformaba y seguramente él también.
Terminamos las clases, ya es tarde, espero con ansias llegar a mi casa, ahora voy saliendo de la u y me espera un largo camino, mi día no podría haber sido mejor. Repentinamente mi día no había terminado y como por arte de magia aparece, me mira como siempre, me toma la mano como nunca lo había hecho y me pregunta después de un silencio si quiero hacer algo mañana, para no parecer ansiosa, claro, espere unos segundos antes de responderle, tampoco haciéndome de rogar y sin más titubeos le dije que sí.
Ese día caminamos a casa, no podía ir más feliz, tenía todo lo que quería, no me faltaba nada, era como un sueño hecho realidad y lo mejor era que no existía ninguna posibilidad de haberlo soñado.
En la mañana desperté pensando en él, no lo podía apartar de mi cabeza ni por sólo un segundo, la típica sonrisa media estúpida abundaba en mi cara, me reía de todo y por todo, el camino a la u se me hizo más largo que nunca y eso que vivo a quince minutos, pero bueno no me pueden culpar, estaba demasiado feliz.
Al llegar a la u, comencé a sentir temor, me asusté, quedé paralizada y sin saber que hacer, lo vi derrepente, y no tuve chance alguna de pensar que le iba a decir, ni como actuar frente a él, no tuve tiempo para nada.
Hola, fue mi primera reacción, lógica pensarán, pero es difícil, cuando sientes que las palabras no existen, luego de eso me quedé callada. Que estúpida pensé como no voy a decir nada más, como no se te ocurre algo, estaba desesperada.
Al pasar las horas nos fuimos conociendo y no puedo mentirles lo quise desde que hablamos por primera vez.
Yo lo necesitaba, necesitaba estar con él más que con nadie, él me hacía sentir bien, especial, me animaba, y me quería. Pero, un día todo se tornó confuso, penoso e incomprendible, yo no me quería separar de él, pero que más me quedaba, no podía hacer nada, él ya había tomado la desición, y yo ya no tenía como aferrarlo a mí.
Me había quedado sola, me di cuenta que lo nuestro no significaba lo mismo para los dos. Todo se desvaneció, quizás lo que antes me decía eran sólo mentiras.
Les confieso que aun sigo pensando en él y por supuesto queriéndolo.
Con el apareció en mi un sentimiento tan grande y tan fuerte, que aun dura.

"el quere hacer, lleva al hacer y al saber hacer"

"La suerte está echada" palabras de Julio César
en la vida llegan siempre momentos en los que debemos tomar desiciones cruciales. aparece así un conflicto personal que nos enfrenta con la disyuntiva de cruzar o no cruzar. y no queda otra que jugarse, aceptar, así como lo hiso el césar, que la suerte está echada, y somos nosotros los protagonistas de nuestra propia historia.
yo creo que siempre hay que arriesgarse y dejar de lado el miedo a la frustración, porque sólo así seremos capaces de avanzar y de crecer..
y tener la fuerza y convicción de saber que siempre que caigamos nos levantaremos con la cabeza en alto y lo seguiremos intentando.

mi amiga vale








La amistad es fortaleza
frente a las situaciones severas
La amistad es dulce,
bella, es verdadera.
Es hacer juntos un camino.
Es también un compromiso.
No hay mejor apoyo que
una amiga.
La amistad es mucho más que
un simple sentimiento.
La amistad es tu respiro
cuando te encuentras sin aliento.



los molles- viajes